Palomino: un viaje dentro de mi. (2/2)

Palomino

En la primera de las dos entregas para este viaje Bucaramanga-Palomino recorrí la capital de la Guajira, Riohacha. Con una compañía muy especial conocí gran parte de la ciudad, su cultura y gastronomía. Ahora solo quería relajarme y qué mejor plan que en la playa. Aquí empieza esta segunda entrega de este viaje. ¡Acompáñenme en esta historia sin itinerario!

 

Visitar la Guajira y no ir a la playa es casi un pecado. Por eso después de visitar Riohacha, inicié la travesía hacia Palomino en un bus informal de la zona. Y sí, los llamo informales porque son de los que cargan y descargan todo tipo de mercancía. No importó que parara cada 5 minutos, tampoco el sobrecupo. Llegar a Palomino era el objetivo así fuera de pie por momentos.

 

Ubicado entre Santa Marta y Riohacha, Palomino es un corregimiento del municipio de Dibulla aún en el departamento de la Guajira. Con un clima templado, este lugar se ha convertido en el destino preferido entre viajeros en los últimos años gracias al voz a voz, las redes sociales e Internet.

 

Me bajé del bus e inicié mi visita yendo hacia la playa. La experiencia es increíble, interesante y diferente. El caribe colombiano nos brinda esta joya natural sobre una vía adornada de tiendas, cafeterías y hostales. Corre viento como si cantase el mar, la arena es gruesa y oscura a diferencia de la que pude sentir en Rio de Janeiro. El mar no es cálido ni cristalino, sino fresco y con oleaje. Es una playa muy interesante y que cuenta con todos los atributos naturales para disfrutarle al máximo. Dicen que en tiempo de invierno y luna llena sus olas son más grandes y sus corrientes más fuertes.

 

La búsqueda del hostal requirió tiempo y cuidado. Empecé revisando en redes sociales, blogs y recomendaciones en general, un hostal adecuado no debería encontrarse sobre la vía. Así que emprendí el camino hacia el que me pareció más adecuado, The Dreamer Hostel. Es una finca verde, con mucha vegetación a su alrededor sobre una carretera destapada. El personal que recibe a los visitantes realiza una inducción completa del lugar. Compartí con varias personas la habitación donde dormí, la idea era conocer personas de otros lugares y culturas para poder integrarme y tener un ambiente agradable.

 

Finalicé mi viaje en Palomino disfrutando de sus dos playas. La primera se encuentra sobre el mar y la segunda está en el río Palomino. En este último se puede hacer un recorrido en flotadores en su desembocadura al mar. De esta manera cualquier turista puede tener un día relajado o un día de olas y diversión en un sólo lugar.

 

Gracias por leerme.

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