A final de septiembre inicié uno de los viajes que siempre había querido realizar, Turquía estaba entre mis sueños así que me aventuré a hacerlo y hoy te traje la primera parte de mi viaje. Acompáñame en este nueva historia Sin Itinerario.
LLEGADA
Tengo que aceptar que este viaje lo quería hacer desde 2009, por falta de compañeros de viaje no lo había hecho. Había escuchado que viajar sola no era seguro, pero todo eso es FALSO. Estambul es una ciudad moderna con infraestructura de primer mundo, con mucha gente en la calle, comercio, gran organización, mucha amabilidad y rodeados de seguridad.
No tengas miedo, ven a Turquía. En este momento la devaluación de la lira turca favorece el cambio, hay varias opciones de vuelo y no necesitamos visa. Cambié unos pocos euros a liras turcas (lt) en Madrid y fue muy mala idea, en Estambul hay casas de cambio en cada esquina de las zonas turísticas, por 1 USD te dan 5.9 lt y por 1 € 6,9lt. El dinero rinde mucho, hay comida desde 15 lt, hospedaje en hostales a 10€, trayectos de bus Capadocia por 120lt (20 euros) con un excelente servicio.
Para la llegada al aeropuerto alterno, Sabiha Goksen, encontré poca información en la web con algunas contradicciones y ausencia de facilidades. Cuando llegas, la experiencia es totalmente opuesta a la descrita anteriormente ya que te encuentras con un lugar organizado, limpio y a la salida tiene un letrero gigante donde están las diferentes alternativas de transporte dependiendo del área de hospedaje (taxi, buses, conexiones a metro). Nosotros usamos el bus hasta la plaza Taksim por 12lt y nos demoramos 1 hora.
TRANSPORTE Y ESTANCIA
Estambul tiene un sistema de transporte muy eficiente y completo. Cuando llegas debes comprar la tarjeta Istambul Card en las máquinas del metro, cuesta 6 lt; debes comprarla con billetes de baja denominación o por un valor que calcules vas a utilizar en tu estancia en la ciudad (porque no devuelve, carga lo sobrante a la tarjeta). El pasaje de metro cuesta 2,5 lt, existe una aplicación para revisar horarios y conexiones que se llama “metro istambul”. Están conectados al sistema los tranvías, ferries y funiculares que se encuentran en toda la parte histórica y que facilitaban realizar recorridos cortos pero empinados.
En el hospedaje me recomendaron quedarme cerca a la plaza Taksim y fue una excelente elección. Las 24 horas del día hay gente, movimiento, alternativas de comida de diferentes precios y fácil conexión con toda la ciudad. La calle Istaklal parece un Times Square con miles de personas cruzándola por minuto. Aunque nos recomendaban no descuidar nuestras cosas, nunca sentí ninguna amenaza o sensación de inseguridad, por el contrario la gente es muy confiada y amable. Es bueno quedarse en la zona histórica (cuerno de oro) por la cercanía con los museos y mezquitas, pero parece que de noche la zona se queda un poco sola y no hay mucho movimiento.
Este es el final de la primera parte de mi viaje por Turquía; en la siguiente entrega te contaré sobre la interesante oferta gastronómica, viajar en globo en Capadocia y algunas curiosidades que observé durante mi estancia.
Gracias por leerme.
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